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Voz femenina o masculina ¿Qué tipo de voz funciona mejor en un contenido multimedia?
La elección entre una voz femenina o masculina en contenidos multimedia no es un tema menor. Las tecnologías de voz actuales, especialmente en asistentes digitales, prefieren las voces femeninas. Y sí, esto ha generado debates, pues se argumenta que esas voces se eligen para roles de atención, información y servicio: tareas que la sociedad aún percibe como “amables” y “menos relevantes”.
¿Pero realmente es tan importante? Personalmente, creo que este tipo de debates suelen “dar de comer al monstruo” de una polémica sin fin. ¿De verdad necesitamos más discusiones?
Ahora, es cierto que muchas personas sienten más confianza con una voz grave. La voz profunda tiene ese algo que parece decir “aquí mando yo”. Sin embargo, cuando miramos a las autoridades masculinas y femeninas de nuestro tiempo, ¿c´mo suenan? A decir verdad, nuestras voces de mando actuales, en su mayoría, suenan de todo menos tranquilas y profundas.
Entonces, tal vez esta elección de voz dependa de algo más… algo que va más allá de si el tono es grave o agudo, si es masculina o femenina.
Género y Comunicación
La Neurolingüística nos aporta datos fascinantes sobre cómo hombres y mujeres se comunican de manera diferente, y estas diferencias pueden tener un impacto en la elección de la voz para contenidos multimedia. En promedio, una mujer puede pronunciar de 6,000 a 8,000 palabras al día, acompañadas de entre 2,000 y 3,000 sonidos y hasta 10,000 señales de lenguaje corporal para reforzar su mensaje. Esto suma unas impresionantes 20,000 unidades de expresión.
Por otro lado, un hombre pronuncia entre 2,000 y 4,000 palabras diarias, emite 1,000 a 2,000 sonidos y utiliza aproximadamente 3,000 señales de lenguaje corporal. Con un total de entre 7,000 y 8,000 unidades de comunicación diarias, es decir, aproximadamente un tercio de lo que utiliza una mujer.
Además, el oído femenino está más desarrollado, y el cerebro de las mujeres parece ser más eficaz a la hora de interpretar el lenguaje escrito, hablado y corporal. Esta habilidad para descifrar matices y tonos —conocida como prosodia— hace que las mujeres sean especialmente receptivas a la modulación emocional del lenguaje. Así que, si quieres una voz que transmita calidez, conexión o sutileza en un contenido multimedia, no es solo una cuestión de género, sino de capacidad perceptiva.
¿Qué tipo de voz conviene para tu contenido?
Si estás pensando en utilizar una voz en off para tu proyecto, es natural que te preguntes: ¿debería ser masculina o femenina? Y aunque sería fácil dar una respuesta directa, la realidad es que no todo depende del género. Hay varios factores en juego: el contexto, el cómo, el dónde, el cuándo, el para qué y, especialmente, el para quién.
Además, hay algo más que un buen profesional de la voz ya sabe, y tú también deberías considerar. No se trata solo de buscar la voz “perfecta” en términos de género. El poder persuasivo de una voz depende de si suena auténtica, si encaja con el mensaje y si resuena con el oyente. En algunos casos, es necesaria una voz más cálida y cercana, ideal para un mensaje empático o un servicio al cliente. En otros, una voz que pueda comunicar solidez, seguridad o seriedad, como por ejemplo, en un mensaje corporativo.
Género y Comunicación
La Neurolingüística nos aporta datos fascinantes sobre cómo hombres y mujeres se comunican de manera diferente, y estas diferencias pueden tener un impacto en la elección de la voz para contenidos multimedia. En promedio, una mujer puede pronunciar de 6,000 a 8,000 palabras al día, acompañadas de entre 2,000 y 3,000 sonidos y hasta 10,000 señales de lenguaje corporal para reforzar su mensaje. Esto suma unas impresionantes 20,000 unidades de expresión.
Por otro lado, un hombre pronuncia entre 2,000 y 4,000 palabras diarias, emite 1,000 a 2,000 sonidos y utiliza aproximadamente 3,000 señales de lenguaje corporal. Con un total de entre 7,000 y 8,000 unidades de comunicación diarias, es decir, aproximadamente un tercio de lo que utiliza una mujer.
Además, el oído femenino está más desarrollado, y el cerebro de las mujeres parece ser más eficaz a la hora de interpretar el lenguaje escrito, hablado y corporal. Esta habilidad para descifrar matices y tonos —conocida como prosodia— hace que las mujeres sean especialmente receptivas a la modulación emocional del lenguaje. Así que, si quieres una voz que transmita calidez, conexión o sutileza en un contenido multimedia, no es solo una cuestión de género, sino de capacidad perceptiva.
Género, voz y emoción
Un claro ejemplo de cómo el género influye en la percepción emocional lo encontramos en un episodio icónico de la serie Mad Men, que nos muestra una reunión de “brainstorming” donde se prueba una nueva línea de barras de labios de Belle Jolie, una marca cliente de la agencia. Varias mujeres de la empresa son invitadas a probar y opinar sobre 100 tonos de labial, mientras los hombres observan desde el otro lado del espejo con una mezcla de ironía y desdén: «¡Esa peluca es horrible!», «adoro esos morritos», o la inevitable broma: «¿a alguien le importa si me bajo los pantalones?».
Mientras las mujeres prueban los colores, se les hacen preguntas como: “¿Cuántas barras de labios tienes?”, “¿las combinas con tu vestuario o accesorios?” o “¿cambias el color según la estación o cómo estás?”. La mayoría no sabe qué responder; elige el color de su labial según cómo se sienten, sin necesidad de analizarlo. En ese momento, Peggy Olson, una joven secretaria aparentemente desinteresada en el maquillaje, observa el proceso y se da cuenta de algo que los hombres en la sala no ven.
Al finalizar la prueba, Peggy recoge todos los pañuelos de papel con las marcas de labios y se los entrega al cliente diciendo: «Aquí tiene su cesta de besos». Esa frase sencilla, “cesta de besos”, da en el clavo, capturando el valor emocional del labial. No se trata solo de un nombre o un tono de color, sino de la sensación que provoca en quien lo usa.
Y esa capacidad para entender la emoción detrás de un mensaje será el primer paso en la carrera ascendente de Peggy en la agencia, porque ella comprendió algo esencial: los consumidores no buscan solo un producto, buscan la experiencia emocional que trae consigo.
El verdadero secreto: encontrar la voz que resuene con el oyente
Al final del día, la clave no es si la voz es femenina o masculina, sino si es auténtica y se ajusta al tono y a la intención del mensaje. Vivimos en una época en la que el público, más que nunca, busca conectar y sentir que hay humanidad detrás de las palabras. Y sí, ese toque de humanidad puede ser una voz femenina o masculina, siempre que la elección tenga sentido.
Así que, la próxima vez que te encuentres decidiendo entre una voz femenina o masculina, pregúntate: ¿qué quieres transmitir realmente? Porque, en el fondo, la voz adecuada es la que suena a lo que necesitas expresar, y no necesariamente a un género en particular.