Educación de la voz y técnica vocal

Cómo la educación vocal potencia tu comunicación y contribuye a tu bienestar físico, mental y emocional

Existe la idea equivocada, de que las personas deben prestar atención a la educación de la voz y técnica vocal son las que usan su voz como herramienta de trabajo: cantantes, actores, conferenciantes, presentadores…

Pero lo cierto es que cada vez son más las personas que buscan recursos y formación, para potenciar el uso de su voz, mantenerla en buen estado y para comunicar de forma más efectiva en su vida diaria.

Pero hay más motivos.

¿Por qué la educación de la voz y técnica vocal son tan importantes?

Educación vocal para todo el mundo

¿Has tenido que hablar en público alguna vez? ¿y en una entrevista de trabajo ? ¿y comunicar algo importante o decir a tus personas más cercanas cómo te sientes?

Y sin embargo ¿quién ha aprendido a educar su voz en el colegio o la universidad? ¿cuánto hablan de ello en los medios de comunicación, en casa o en el trabajo?

Pero queremos que nos escuchen y comprendan nuestro mensaje ¿cierto?

Usar la voz de forma incorrecta, no solo puede traer tensiones y lesiones que podrían complicarse en el tiempo. Si no conocemos los mecanismos que influyen en nuestra voz, no sabremos usar el instrumento con el que nos relacionamos, expresamos nuestras emociones y mostramos nuestra identidad.

Si puedes hablar, puedes mejorar tu tono, resonancia natural y expresividad,

Educar la voz

Cuando enseñaba mis primeros trabajos de locución, algunas personas cercanas a mí, me decían cosas como: “Pero, ¿eres tú?”, “no pareces tu”.

Pensaba, ¿es que no sueno natural? ¿creerán que está “trucado”? Apenas había notado el cambio, y sólo me percataba de él, al escuchar mis grabaciones más antiguas.

La técnica vocal, el equipo utilizado, el espacio y el medio, influyen en la forma en la que se escucha nuestra voz. Pero no en el fondo.

Es decir, solo con el trabajo individual de la propia voz, se pueden alcanzar nuevas formas de expresión que se puedes llevar a la vida personal y profesional. Cambios que pueden apreciarse en lo que dices, cómo lo dices , desde qué emoción lo dices e incluso en lo que sientes o piensas.

Al trabajar tu voz, serás más consciente de cómo hablas y eso se nota. Pues, el cambio en la voz influye en tu actitud y viceversa.

Trabajar con la voz es conocerse

Tu voz y tú sois lo mismo, y a través de ella te muestras al exterior.

Trabajar la técnica ocasionalmente, es educar una parte de la voz, puesto que no se trata de «educar un sonido», es la persona en su totalidad.

Me explico.

Si te duele una rodilla, puede ser por distintos motivos: inflamación, una lesión, sobrepeso, caminar de forma incorrecta, una postura desalineada… Podrías poner una crema cuando duele, pero eso sería solo un alivio temporal.

Para mejorar, necesitarás crear hábitos saludables, ayudar a que el cuerpo «memorice» la postura y los movimientos adecuados, y aumentar la conciencia sobre cómo te relacionas con tu cuerpo y tu mente ¿cierto?

No somos un aparato fonador, somos un ser, compuesto por distintas partes y funciones relacionadas entre sí. Y para cambiar tu voz, debes cambiar la relación contigo.

La voz no es independiente, cambia si tú cambias. Trabajando con tu voz trabajarás en la relación que tienes contigo.

La voz como vehículo emocional

Importa lo que decimos, pero sobre todo, cómo lo decimos. Y aunque lo sabemos, no siempre somos conscientes. La constancia, la atención y la escucha, nos ayudan a reconocer el impacto de la voz en nuestra vida diaria.

Para expresar honestamente una opinión o una necesidad, es necesario conectar lo que piensas, lo que sientes y lo que dices. Hablar desde dentro. Es decir, sentir el estado de ánimo de cada frase o palabra, dará una emoción natural al habla. Ya sea al cantar, actuar, hablar en público, hablar con personas cercanas, al conquistar a alguien, o negociar con un cliente.

La voz tiene un efecto a nivel externo e interno. Es un espejo de nuestras emociones y en ella nos reflejamos. A través de ella podemos transmitir esas emociones a los demás, pero de la misma forma, es capaz de modificar las nuestras.

Mejorar la voz y conocer su potencial, no se trata de «conseguir lo que queremos», sino también para influir en nuestra propia actitud.

Ejercicio vocal para la interpretación y la expresión emocional.

Este es un ejercicio muy utilizado, por su sencillez y efectividad. ¡Además es muy divertido!.

  1. Necesitas grabar, con el móvil es suficiente.
  2. Busca una frase, incluso si es ridícula. Cualquiera vale.
  3. Léela en alto, utilizando cada vez diferentes emociones o estados: rabia, alegría, miedo, enfado, tristeza, picarda, soberbia, sensualidad, aburrimiento… ¡lo que quieras!.
  4. Escucha la grabación. Si es posible, que la oiga otra persona también, pero no digas qué emoción expresabas.

¿Ha identificado la emoción?. ¿Qué has sentido?. ¿Sonabas como esperabas?

Si es la primera vez, es posible que no todas las emociones se identifiquen fácilmente, o que el resultado sea mas bien neutro. Más «flojo» de lo esperado. La falta de conexión entre: pensamiento, emoción, expresión y sonido es completamente normal.

Estamos tan acostumbrados a oír nuestra voz, que casi no escuchamos sus matices emocionales.

¡Prueba de nuevo!

Usa diferentes tonos, expresiones faciales, gestos corporales… y crea una imagen mental de esa emoción. ¡Exagera y disfrútalo!. Ahora, escucha de nuevo. ¿algo ha cambiado, a que sí? ¡Genial!.

Educar la voz, es conocer nuestro cuerpo, mente y expresión emocional, evolucionando junto a ella.

¿Por qué educar la voz?

Cada persona puede comenzar a educar su voz con un propósito distinto. Pero con el tiempo, se genera una relación de confianza e intimidad con uno mismo.

Al practicar la auto escucha, cambia la forma de comunicarte contigo y con los demás. Trabajar con la voz es conocerse.

Experimentar y jugar con el sonido, libera nuestra voz, nos abre puertas hacia nuevas formas de expresión. Aliviando el peso que a veces cargamos, con mochilas llenas de auto-juicios, o bloqueos emocionales inconscientes.

Pero no se trata de una carrera de velocidad,. Más bien por etapas.

Es un aprendizaje constante.

Con la práctica, el cuerpo recuperará su memoria orgánica y modificará hábitos nuevos de forma natural en tu día a día.

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