«Bicha Cool Daily» y Greydaliz, la podcastera que transformó vidas sin prometerlo
Cuando apenas comenzaba con Voz y Emociones, un día me topé con Greydaliz Rivera Morales, una puertorriqueña que, con su podcast diario «Bicha Cool Daily», me enganchó con su desparpajo, rapidez mental, y claridad a la hora de decir verdades como puños.
Eligió ese nombre para el podcast porque, un día, alguien definió así su personalidad en los vestuarios de un gimnasio. Y no se equivocaba.
Comencé a escuchar «Bicha Cool Daily» de pura casualidad, aunque como ella diría ¡Las casualidades no existen!
En IVoox, la plataforma de podcast, buscaba información sobre creación de logos para mi web, y me topé con un título que llamó mi atención: «Olvídate del f*cking logo», que era justo lo que ya me rondaba por la cabeza.
Le doy al play y, de repente, me encuentro con la voz de mi conciencia, una especie de hada madrina, una compañera, colega, consejera… una tía bien maja que, con el tiempo, sentía como amiga.
Enseguida fui a buscar el episodio 0, y no pude parar. En el 108, llegué a enviarle un detallado mail de agradecimiento, pero nunca tuve respuesta. Quise pensar que nunca lo recibió. Era de extraño que, sabiendo la importancia que daba a la cercanía con sus oyentes, no lo hiciera.
Pero no importa, lo hice porque así lo sentía.
Su podcast era adictivo. Lleno de contenido realmente valioso, sin frases vacías. Cada episodio era una invitación al la reflexión, y a cultivar la mente, cuerpo y espíritu.
Su podcast tuvo un gran éxito, pero Greydaliz no tenía decenas de miles de seguidores en redes (tampoco los necesitaba). Quizás porque siempre invitaba a cuestionar todo, a «salir de la matrix», dejando atrás creencias y patrones limitantes.
Y eso no suele estar muy bien visto entre los controladores del rebaño…
Estaba quien quería estar, y eso es lo que ella quería. Se convirtió en una gran compañía durante mi caminata diaria o mientras recogía la casa, y yo en una fiel seguidora.

Greydaliz comenzó grabando dentro de un armario, con lo básico: ella, un pc y un micrófono. Su pasión por el podcasting, la mentoría, y el servicio hizo que nada le impidiese grabar lloviera, hubiera una invasión alienígena o estuviera hecha pedazos.
La idea principal era contar su historia, una especie de desahogo y una forma de ayudar a otras mujeres como ella a liberarse de las ataduras materiales y económicas. También quería compartir cómo construyó su casa sin deudas en la loma, Naranjito, y poco a poco, fue enfocándose en la mentoría y el emprendimiento.
Pero fue mucho más que eso.
Sincera con los demás, pero sobre todo con ella misma. En sus 707 episodios, cualquiera que la seguía sentía cómo evolucionaba, se equivocaba, cambiaba de opinión, se enfadaba o se emocionaba.
Ella podía (y quería) hacerlo, porque era auténtica.
Su forma de ser, expresar, y exponerse tan genuina, demostraba su valentía y coherencia. Y quienes la seguíamos, la queríamos con todo.
Hablaba de sus experiencias de desapego desde el amor, hacia sí misma y hacia los demás, y de los retos de la maternidad sin dramas. Mikaela, su hermosa beba, se convirtió en una de sus grandes maestras. Practicaba una crianza consciente y amorosa, pero sin sobreprotección: la acompañaba y le brindaba los recursos para dar sus primeros pasos en la vida con creatividad, equilibrio y libertad de elección.
Un día el podcast frenó. Creo recordar que Greydaliz comenzaba a enfocarse en sus formaciones presenciales y en su línea de camisetas. Y entonces, muy a mi pesar, y con todo el síndrome de abstinencia, dejé de escucharla.
Yo también le estaba dedicando más tiempo a mi blog, servicios, y experiencias y colaboraciones que me llevaron por otro camino.
Además, en 2020 comenzó una tormenta inesperada, un punto de inflexión donde mi emprendimiento pasó a un segundo lugar para dar prioridad a una búsqueda de verdad cada vez más auténtica, y una especie de despertar espiritual, lleno de luces y sombras.
Así, cada una siguió con su viaje.
Ocasionalmente, volvía a escuchar algunos episodios, hasta que fueron eliminados. Típico de Greydaliz, que se renovaba y cambiaba de piel tanto como fuera necesario. «Si no lo necesitas, si no lo usas, si no está en coherencia contigo, bótalo pal carajo, sin miramientos. B-Ó-T-A-L-O»
Hace unas semanas, pensaba en ella, abrí Instagram y la busqué.
En su último post aparecía Yania, su hermana, que hablaba de Greydaliz en pasado. De repente, dejé de comprender los tiempos verbales.
En los comentarios aparecían frases como: «Sigue muy presente», «Lamento tu pérdida», «Era un ser especial», «Vino a traer mucha luz», «Fue inspiración». Y entonces, también dejé de comprender el español.
¿Qué? ¿Cómo? No entiendo. No puede ser. Ella no. Es imposible.NO.
Negación. Creí oír a mi corazón romperse en mil pedazos. Me senté, pero mi incredulidad aún no me permitía dejar salir ni una lágrima.
El shock inicial fue pasando, y tras la tormenta de emociones, búsqueda de explicaciones, y la tristeza por una pérdida tan inesperada, ahora, que empiezo a creerlo y aceptarlo, necesitaba escribir esta entrada.
Además, supe (gracias universo), que Greydaliz dejó una serie de podcasts que desconocía. Poder oírla de nuevo ha sido un alivio, y me ha ayudado a llevar mejor esta «despedida» llena de gratitud.
Ella lo sabía. Sabía lo importante que era su mensaje, especialmente para mujeres, pero en realidad, para cualquiera capaz de mostrarse, de reconocer sus vulnerabilidades sin victimismo, con hambre de aprendizaje y superación.
Encontrarte con alguien así da una fuerza enorme, una vibra especial, positiva y auténtica. Te inspira a ser libre para decidir conscientemente el camino que quieres seguir.
Esas ganas de crecer, de buscar un sentido, de hacer algo bueno y de mejorar son lo que mueve el mundo. Y desde cualquier lugar se puede sentir: “¡Hey, aquí! Somos nosotras las que hacemos ruido.”
Siento la necesidad de compartir esto para que su legado y su trabajo por «despertar conciencias» siga creciendo y llegando a muchas más.
GREYDALIZ, DONDE QUIERA QUE ESTÉS GRACIAS POR TUS «BICHERÍAS» Y «VIAJES DE POPCORN»
En su honor, publicaré esta entrada el día 23.02.2025= 5+2+9=16, 1+6= 7, como le hubiera gustado.
El número 7 en numerología está asociado con la sabiduría, la introspección y la búsqueda de la verdad. Quienes lo tienen en su vida poseen una mente analítica, una fuerte conexión espiritual y un deseo insaciable de conocimiento.
Son personas reservadas e independientes, que cuestionan todo y buscan comprender el propósito de la existencia.
Este número representa el equilibrio entre la lógica y la intuición, entre el mundo material y el espiritual. Su profundidad mental los convierte en excelentes consejeros.
El legado de Greydaliz no se limita a un podcast, si no que se reparte en pedacitos entre las almas y conciencias a las que tocó, aunque solo fuera una vez.

¿Por qué recomendarías su podcast?
¿Qué fue lo que más te transformó o te inspiró?
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